G A I A

4.3.12




- No me arrepiento de haber conocido esa parte del mundo pero son demasiado puros, como una luz que nos quema lentamente. Nuestros cuerpos, nuestras almas si es que alguna vez tuvimos... están corrompidos, vivimos en nuestro propio mundo pútrido donde el sol nunca brilla. Te gustaría que alguien a quien quieres o amas respirara ese aire? - preguntó en un suspiro. 

Isaack apoyó los piés en la mesa.
- No, es evidente que no, pero abriria una ventana donde fuera.


Al escuchar eso ella se levantó y  abrió la ventana dejando entrar la luz del dia junto la brisa que  no tardaron en invadir la pequeña estancia llevándose consigo la pesadumbre que reinaba en aquellos momentos.
- Como esa? - cerrando inmediatamente los ojos para aspirar profundamente aire.


Vaciló unos instantes confuso y sorprendido por la reacción de la chica - Si... como esa.
Esbozando una tenue sonrisa al ver su pequeña figura con los brazos extendidos como si pudiera volar. Volar, el deseo de cualquier niño.

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